"Durante tres años solo fui dirigente del club de madres"
Esta experiencia me ayudó mucho para entender los problemas de la mujer. Comencé a tomar conciencia sobre el papel de la mujer, la marginación. El hecho de que la mujer, a pesar de trabajar fuera de la casa, tiene que asumir las tareas del hogar. Comprendí cuán machista era mi marido y empezaron las peleas constantes para que él también asuma algunas tareas del hogar.
A fines del año `83, un grupo de mujeres del club de madres quería limpiar las calles, al igual que otros grupos de mujeres. Estuve de acuerdo y las alenté en algunas faenas de limpieza. Posteriormente un grupo de ellas va a mi casa a proponerme la formación de la federación de mujeres en nuestro grupo para que les puedan pagar en víveres, a cambio de la limpieza. Ellas manifestaron que la señora Erlinda les pedía que formen el club de las mujeres con las señoras que barrían. Les dije que no entendía por que un club de mujeres en nuestro grupo, si ya teníamos un club de madres, y que sólo las mujeres podemos ser madres. No encontraba diferencia alguna, más bien me parecía una duplicación de esfuerzos. Si era por obtener los víveres, podíamos cambiar el nombre de club de madres por el del club de mujeres.
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