viernes, 22 de noviembre de 2013

Historia de Villa El Salvador


El día 27 de abril, a las 11:57 de la noche, ochenta familias provistos de palos y esteras tomaban posición de las tierras de Pamplona (costado de la panamericana sur) dando inicio a una de las mas grandes movilizaciones sociales por el derecho a la vivienda. A las 10 de la mañana del día siguiente (28 de abril) se realizó el primer contacto con la policía. El comandante Manuel Sánchez Casasa. Al mando de un centenar de policías se hizo presente. No tenía orden de desalojo. Su misión era disuasiva. Sin embargo, contra lo que el esperaba, la población salió a su encuentro en forma pacifica y ordenada. Dirigiéndose al Comandante, los pobladores le explicaron la pobreza en que vivían, así como del acuerdo incumplido con el ministerio de vivienda. Al final la policía solo se limito a observar. Por la noche la población celebró su primera reunión a cielo abierto. Cuatro improvisados mecheros dibujaban los limites de una imaginaría plaza. En el centro un centenar de pobladores evaluaba las acciones del día, que definitivamente no era muy alentador.


El primer encuentro con la policía puso en evidencia la debilidad numérica. Vital para defenderse en caso de desalojo, por lo que acordaron invitar a otras familias que como ellos se encontraban sin vivienda, esa labor le fue encomendada a la comisión de prensa y propaganda. Hasta el día 3 de Mayo llegaron a registrarse 9000 familias lo que empezó en un desolado paraje que pertenecía al estado, se extendió a las haciendas de San Juan Chico y San Juan grande, a las urbanizaciones las Gardenias, Loyola y a los terrenos del Colegio Inmaculada. En estas circunstancias, en las madrugadas de los días 3 y 4 de Mayo las fuerzas del orden realizaron dos operativos de desalojo, sin éxito. Para las autoridades la situación se convirtió incontrolable, obligándolas en su desesperación, a bloquear todos los ingresos al Cono sur de Lima. Tomando el control de las avenidas Los Héroes y la Panamericana Sur. Ningún carro entraba, ni salía. El objetivo, evitar el ingreso de nuevos invasores y cortar el abastecimiento de agua y alimentos para las familias de Pamplona. 

El 4 de mayo, una comisión de pobladores logro ser recibida por el comandante Alejandro De las Casas del ministerio de Vivienda, quien se comprometió a resolver personalmente el problema de Pamplona reubicando a todas las familias de esta zona a lugares donde tengan todos los servicios básicos. Para ello era necesario que todos se empadronen. Ante la desconfianza de los presentes, se acordó realizar otra reunión en el mismo lugar de la invasión con la presencia del comandante. 

Al día siguiente, (5 de Mayo)cuando todo parecía indicar que el "Caso Pamplona", como así lo llamaban, seria resuelto, el General Armando Artola, Ministro del Interior ordenó un nuevo desalojo. Esta vez el enfrentamiento fue muy violento registrándose una batalla campal que empezó desde las 4 de la mañana hasta las primeras horas del alba. Entre esteras quemadas, chozas arrasadas, y heridos, se supo de la muerte de Javier Edilberto Ramos, quien había estado de visita a unos familiares y que como acto de solidaridad se quedo ese día. Por la tarde, la policía se retiró sin haber cumplido su propósito . Oficialmente el saldo trágico "del Pamplonazo" como así seria recordado este suceso. Fue de un muerto y 70 heridos. 13 civiles y 57 policías. 


Luego que la dotación policial se retirara llegó el comandante Alejandro de las Casas junto al jefe del Sector sur de pueblos jóvenes, el Coronel Manuel Ramírez, quien pidió que no se preocuparan, que muy pronto habría terrenos para todos. Les informó que en Villa María del Triunfo existían 600 lotes listos para ser entregados a quienes se empadronen de inmediato. Y mientras tanto el ministerio de vivienda ya se encontraba habilitando mas terrenos en la zona conocida como la Hoyada Baja de Tablada de Lurin. Ante la desconfianza y el temor de que la policía retorne los dirigentes decidieron cursar una invitación al monseñor Bambaren para que acudiera a Pamplona. Con el animo de apaciguar a los exaltados y demandar cordura. por su parte el consejo de la parroquia Niño Jesús hizo lo propio redactando una carta dirigida al presidente Velasco, protestando por los abusos cometidos por la policía, y anunciándoles a la vez la realización de una misa en memoria de Edilberto Ramos. 

Días después, el día Sábado 8 de mayo, en vísperas de la homilía se presentaron dos agentes de la PIP en la parroquia Niño Jesús , su misión era invitar al padre Carmelo La Mazza, uno de los firmantes de la carta al presidente, a sostener una reunión con le prefecto de Lima, Coronel FAP Gustavo Aranibar Huambo, a fin de coordinar la homilía del día siguiente, quedando detenido en la prefectura. A las 11.30 de la noche los otros dos firmantes de la carta, señores Manuel Ruiz y Bernardino Pananá, fueron llevados ala fuerza a la prefectura. El domingo se realizó la homilía, miles de pobladores muy entusiastas se arremolinaron, desde tempranas horas, ante un improvisado altar levantado sobre ladrillos y tablones. Al centro un grupo de sacerdotes entre ellos se encontraba el monseñor Bambaren a quien cariñosamente le llamaban el Obispo de los pueblos Jóvenes. Dirigían la homilía. El lunes 10 de Mayo, el General Artola ordena detener al monseñor Bambaren y así lo da a conocer en una conferencia de prensa en palacio de gobierno. Esto provoco un escándalo mayúsculo que iba a repercutir a nivel mundial, dado que esos momentos el presidente Velasco Alvarado estaba participando el la duodécima reunión de gobernantes del BID para lo que habían arribado periodistas de diferentes países d el mundo. 


Ante tal situación, el monseñor Bambaren es liberado ese mismo día e inmediatamente el gobiernos da las facilidades del caso para reubicar a 2300 familias en Villa Maria del Triunfo, en las zonas conocidas como Micaela Bastidas, Mariano Melgar y Nueva Esperanza. Mientras tanto un centenar de millares, entre ingenieros, tipógrafos y ayudantes, trabajaban sigilosamente en la Hoyada Baja de la Tablada de Lurin para preparar el terreno para viviendas. Mas tarde, este lugar Sería bautizado por el Monseñor Bambaren con el nombre de Villa El Salvador. Al día siguiente, el 11 de Mayo de 1971, luego de una larga y tensa reunión entre pobladores y representantes del ministerio de vivienda, la población acepta ser reubicada. A las 5 de la tarde de ese mismo día, el Comandante Alejandro de las Casas ordena el traslado de las primeras familias poniendo a disposición mas de 50 camiones del ejercito, hacia la Hoyada Baja de Tablada de Lurin.

Villa El Salvador había nacido.


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