Mia Carreño:
Nuestro
recorrido inició en la estación de tren “La cultura”, ya que no teníamos
tarjetas de tren compramos una entre los tres, cada tarjeta cuesta 5 soles y
aparte es el saldo del pasaje: el normal está a S/.1.50 y el medio es S/.0.70
pero para sacar medio tienes que llevar DNI y carnet de medio pasaje más sus
respectivas copias los cuales no teníamos así que compramos una normal. El tren
nos llevó super rápido: solo 15 minutos, quizá si hubiésemos viajado en un bus
normal nos hubiésemos demorado hasta 1 hora si el tráfico estaba de nuestro
lado.
El cambio de realidades fue muy impresionante, desde que comenzamos el viaje lo primero que notamos y que nos impactó bastante fue como nuestro alrededor cambiaba, como conforme nos acercábamos a nuestro destino el caos visual se apoderaba del paisaje, también se podía notar la falta de cuidado de las fachadas, el cómo conforme avanzábamos las veredas iban siendo reemplazadas por tierra.
Al llegar ya sabíamos dónde íbamos a buscar la información que necesitábamos: a la municipalidad ya que allí puedes ahondar más en cuanto a la información que solo leyendo su web, sin embargo no sabíamos muy bien cómo llegar o que carro tendríamos que tomar y que tan lejos estaría, pensábamos preguntar en el camino y guiarnos de nuestro mapa muy sintetizado, felizmente nos ahorramos todo un calvario al encontrar, al salir de la estación, un montón de mototaxis, así que nos embarcamos en una y nos dirigimos a nuestro nuevo destino.
Cuando llegamos a la Municipalidad, nos sorprendió la diferencia de la estructura con respecto a otras municipalidades que conocemos porque no era muy moderna o muy bien organizada. Puede que nos mareamos un poco pero al final preguntamos dónde nos podían brindar información sobre el distrito y nos mandaron al área de comunicaciones.
Fue un poco caótico encontrarlo pero llegamos, lo curioso fue que no vimos ningún guardia de seguridad, nos atendió una chica pero nos atendió muy rápido, posiblemente estaba ocupada con trabajos, así que fuimos al área de psicología a buscar más información y ahí fue donde nos atendió Ana, ella respondió todas nuestras inquietudes, nos explicó las obras y campañas que estaban haciendo, las problemáticas del distrito y cómo estaban tratando en la medida de lo posible de solucionarlo con el poco respaldo que recibían. Realmente no cuentan con mucho apoyo ni muchos fondos según lo que nos contó. También nos dijo que la mayoría del equipo que utilizan son donaciones mayormente de ONGs y que no cuentan con alguien específico que viera los diseños de los volantes o banners que hacen, sino que las mismas ONGs que los apoyan también colaboran con los diseños e incluso en una ocasión una estudiante de la universidad de Lima que fue también en busca de información los ayudó con un tríptico. Ana nos ayudó mucho, nos explicó detalladamente y nos atendió muy cordialmente.
El cambio de realidades fue muy impresionante, desde que comenzamos el viaje lo primero que notamos y que nos impactó bastante fue como nuestro alrededor cambiaba, como conforme nos acercábamos a nuestro destino el caos visual se apoderaba del paisaje, también se podía notar la falta de cuidado de las fachadas, el cómo conforme avanzábamos las veredas iban siendo reemplazadas por tierra.
Al llegar ya sabíamos dónde íbamos a buscar la información que necesitábamos: a la municipalidad ya que allí puedes ahondar más en cuanto a la información que solo leyendo su web, sin embargo no sabíamos muy bien cómo llegar o que carro tendríamos que tomar y que tan lejos estaría, pensábamos preguntar en el camino y guiarnos de nuestro mapa muy sintetizado, felizmente nos ahorramos todo un calvario al encontrar, al salir de la estación, un montón de mototaxis, así que nos embarcamos en una y nos dirigimos a nuestro nuevo destino.
Cuando llegamos a la Municipalidad, nos sorprendió la diferencia de la estructura con respecto a otras municipalidades que conocemos porque no era muy moderna o muy bien organizada. Puede que nos mareamos un poco pero al final preguntamos dónde nos podían brindar información sobre el distrito y nos mandaron al área de comunicaciones.
Fue un poco caótico encontrarlo pero llegamos, lo curioso fue que no vimos ningún guardia de seguridad, nos atendió una chica pero nos atendió muy rápido, posiblemente estaba ocupada con trabajos, así que fuimos al área de psicología a buscar más información y ahí fue donde nos atendió Ana, ella respondió todas nuestras inquietudes, nos explicó las obras y campañas que estaban haciendo, las problemáticas del distrito y cómo estaban tratando en la medida de lo posible de solucionarlo con el poco respaldo que recibían. Realmente no cuentan con mucho apoyo ni muchos fondos según lo que nos contó. También nos dijo que la mayoría del equipo que utilizan son donaciones mayormente de ONGs y que no cuentan con alguien específico que viera los diseños de los volantes o banners que hacen, sino que las mismas ONGs que los apoyan también colaboran con los diseños e incluso en una ocasión una estudiante de la universidad de Lima que fue también en busca de información los ayudó con un tríptico. Ana nos ayudó mucho, nos explicó detalladamente y nos atendió muy cordialmente.
Después
de eso paseamos un poco por Villa El Salvador y finalmente tomamos un mototaxi
de regreso a la estación. Recargamos la tarjeta y subimos al tren para
finalizar nuestro viaje.
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